Reflexiones desde un punto de vista personalista comunitario.

El impacto de las guerras en el medio

Las guerras suponen la expresión más bárbara del ser humano y el fracaso de la inteligencia en la resolución de los conflictos. Sus consecuencias de destrucción y muerte son bien conocidas, pero no lo son tanto los daños que producen en el medio, tan graves e importantes como los humanos. El impacto, además, no se produce sólo en la confrontación, sino en la fabricación de armas y el mantenimiento de los ejércitos.

“Muchas cosas me quedan por deciros […], cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena”

¡Qué triste una Fe que se enreda en ritos, preceptos y definiciones, olvidando su meta de fusión amorosa! No estamos ante un rollo macabeo con explicaciones que se hacen insoportables y ante curiosidades inútiles. La fe en la Trinidad nace del testimonio neo- testamentario de la historia trinitaria del Hijo y de la praxis eclesial del bautismo.

Pentecostés 2022. Jn 14,-26.

Nace la Iglesia. ¿Qué Iglesia? En cierto momento los discípulos de Jesús se reagruparon en Jerusalén después de regresar de Galilea. Resulta evidente que este reagrupamiento en Jerusalén pone en evidencia que desde el comienzo existe una cierta continuidad en el movimiento de Jesús antes y después de su muerte, continuidad basada en las personas de sus discípulos, como uno de los núcleos de la primera iglesia: Jerusalén se convierte en el centro de la primera iglesia: los discípulos serán testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría y hasta los confines de la tierra.

Aristóteles en su libro de la metafísica comienza diciendo que: “El hombre quiere por necesidad saber y conocer la verdad” ya que, en todos los niveles de la realidad, no le da igual la verdad que la falsedad y mucho menos la mentira que es cuando aquella (la falsedad) está impregnada por una intencionalidad, queriéndola hacer pasar como verdad. Pues bien, a esa facultad humana que busca la verdad, hoy en día se le suele denominar dimensión científica del hombre.

La Ascensión, triunfo del amor

Ascensión 2022 C Lc 24,46-53

Dejemos la imaginación y la nostalgia. No estamos para hacernos montajes imaginativos sobre Dios y querer cambiar la historia: el pasado es pasado y no volverá, y, por tanto, nos libra de patologías espirituales, porque, detrás de la añoranza (se fue, pero no nos ha dejado huérfanos, ¿qué hacéis mirando al cielo?), se esconde la pena que se siente ante la ausencia de algo deseado y no conseguido y la enfermedad de aquellos que quisieron ser algo y, deseando un reino que no era el de Jesús, vieron desvanecerse las ilusiones. ¿No nos pasa esto a nosotros hoy? Su presencia es más importante: recibiréis la fuerza del Espíritu, pero “no os toca a vosotros conocer los tiempos que el Padre ha establecido”. No seamos retrógrados situando nuestra vida en el ayer y no soportando la fuerza innovadora que el Espíritu trae a esta humanidad desesperanzada hoy.

Lo que va de ayer a hoy. Ayer, Día de las madres, absolutamente comercial. Todo está tan abarrotado, que en el hotel donde me alojo me ha resultado imposible desayunar, pues habían reservado el comedor para ese evento. Así que el huésped que soy yo no ha podido desayunar en su hotel. De las madres no hace falta añadir que iban vestidas de puro lujo con pésimo gusto estético. Pese a todo, junto a las empalagosas ceremonias-tarta, aquí también se oyó el grito de las madres con hijos desaparecidos. Hay más de cien mil desaparecidos, el 25 por ciento de ellos menores de edad. La gente está comenzando a moverse, al menos una minoría, algo está cambiando, ojalá.

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