Actividad

Creencias y vivencias actuales en torno a la libertad (Ramón Horcajada)

Aulas de Verano del Instituto Emmanuel MounierRamón Horcajada

La libertad sería la capacidad que tiene el hombre de tomar en sus propias manos la capacidad de concretar su existencia personal. En este sentido se ha hablado de libertad-de y libertad-para. Pero la libertad también sería una meta, un fin, un estado hacia el que uno se orienta como conquista personal.

En contraposición a la libertad clásica, encaminada a la perfección de la persona y al servicio de la comunidad, la libertad de indiferencia individualista moderna es una libertad negativa, consistente exclusivamente en estar libre de obstáculos externos para hacer lo que yo quiero. Pero el intento de planificación de una libertad absoluta ha llevado al hombre moderno a la ausencia total de libertad. Ésta se ha visto reducida a la consecución de bienes inferiores. La visión titánica de la libertad se habría disuelto, como dice Carlos Díaz. Prometeo da paso a Narciso, el estadio ético se reduce a una estética de bolsillo superficial y ligera. Al hombre sólo le ha quedado un yo aislado, enfermizo y hedonista a la búsqueda de los “grandes” placeres. La libertad se reduce a mera condición de posibilidad de opción por el nihilismo y el absurdo, de ahí la gran contradicción de nuestro mundo: la libertad es exaltada como algo absoluto, al mismo tiempo que se vuelve una sombra y padece la inconsistencia de la que adolece el sujeto al que pertenece.

Esto lo vemos en cuestiones tan actuales como la crisis económica que hemos vivido así como el afrontamiento del sufrimiento por parte del hombre contemporáneo. La primera no ha consistido sino en la imposición de un mundo mentiroso con el único propósito de conseguir un puñado de tierra y un montón de euros. Todo ha quedado justificado para ello dejando entrever la incapacidad de nuestros contemporáneos para distinguir correctamente entre la justicia y la injusticia. Por otra parte, la ausencia de sufrimiento que tan afanadamente busca este sujeto ha impedido ver a éste como elemento fundamental de la realización humana. Conocer al hombre es conocer su finitud y el sufrimiento descubre aspectos de la realidad humana que sin él serían incognoscibles (lo cual no tiene nada que ver con el masoquismo).

Por otra parte, nada le dicen a este hombre moderno que la mayoría de seres humanos no puedan realizar esa libertad por las condiciones económicas, políticas, sociales, etc., a las que están sometidos. De ahí que la libertad negativa no solo no resulta del todo suficiente, sino que resulta realmente inviable porque el ejercicio efectivo de mi libertad requiere su inserción en una comunidad de ciudadanos, en la que sea posible aprender a ser libres aprendiendo el oficio de la ciudadanía.

¿Se encuentra el hombre actual capacitado para ejercer su libertad a la búsqueda de la auténtica liberación? Se encuentra muy limitado. Nada le dicen a este hombre conceptos como vocación y realización personal, pero allá donde exista un hombre tendremos la esperanza de que se sitúe en la tierra de la libertad. La propuesta personalista pasa por la oferta de maestros a un mundo necesitado de personas, maestros en amor, pobreza y esperanza, pilares de la auténtica libertad por permitir al hombre vivir en la densidad en la que sólo él puede vivir, esa densidad que sitúa al hombre en las alturas y que permite exclamar en el culmen de su liberación que “el hombre que teme perder algo ya está perdido”.