Actividad

Alternativas a la crisis (Peru Sasia, FIARE)

Aulas de Verano del Instituto Emmanuel MounierPeru Sasia

Habitualmente, los más temibles contubernios no se traman a la luz de los focos o sobre el escenario de una vida pública que deviene cada día más publicitaria. Las causas que han conmovido los cimientos del sistema tardocapitalista han actuado soterradamente durante muchos años, evitando así intromisiones. Ahora da la impresión de que sus alternativas comienzan a germinar con la misma discreción eficaz.

Muestra de ello ha sido la brillante intervención de Peru Sasia, Profesor de Ética en la Universidad de Deusto y Presidente de Fiare, Banca Ética Ciudadana, durante la primera sesión de la XIX edición del Aula de Verano organizada por el Instituto Mounier, que ha tenido lugar hoy y que se desarrollará hasta el día 26 de este mes en el Seminario de San José de Burgos bajo el lema: "De la especulación financiera a la esperanza humana".

 

La economía ha tratado falazmente de deshacerse de la ética, presentándose como una ciencia neutral, regida por automatismos mercantilistas. Pero lo cierto es que las ideales –e ilusorias- condiciones del libremercado han marcado también sus límites: información y competencia perfectas, demandantes solventes, bienes susceptibles de compra-venta… ¿Qué dice este modelo de la realidad, de las opacidades y la falta de transparencia, de las personas sin recursos, de la escasez de garantías, y de los bienes a los que no se debería poner precio porque son necesarios para la vida? El capitalismo equívocamente denominado "neoliberal" se ha colapsado y ahora es preciso cuestionar valientemente sus bases –propiedad privada, libertad individual y afán de lucro- en aras del bien común y la justicia social.

La alternativa es clara, viable y real. Aunque cueste trabajo creerlo, ya existe: entidades financieras sin ánimo de lucro, que actúan como palancas de transformación social, apoyándose sobre redes sociales y asociaciones ciudadanas que trabajan por la solidaridad, el comercio justo, el consumo responsable, la ecología, la responsabilidad social corporativa… Y que se atreven a pergeñar otro modelo donde no asustan ni el decrecimiento económico ni la morosidad o la insuficiencia de avales. He aquí la propuesta, he aquí el contubernio, he aquí la revolución. ¡Y creíamos que estábamos de vacaciones…!