Lo absoluto necesario en la existencia humana

Persona, nº 5


José Manzana
12,00 €
Descripción

José Manzana

Estudio Preliminar de Luis Miguel Arroyo Arrayás

  • Colección Persona, nº 5, 2003
  • ISBN: 978-84-95334-44-2
  • Páginas: 168

El presente libro está constituido por una selección de textos que pretender presentar lo nuclear del pensamiento de Manzana, para quien la persona constituye el eje central de sus reflexiones: el hombre como persona, Dios como persona y las relaciones entre la persona y la Persona.

a) Para su reflexión y descripción de lo que es la persona, se inspira Manzana tanto en el pensamiento medieval como en toda la tradición del pensamiento cristiano. Afirma que la persona es realidad substancial y espiritual. En esta espiritualidad se fundamenta su mismidad, el saberse él mismo, el poseerse a sí mismo, el poder afirmarse frente al mundo, y el poder realizar libremente su propio proyecto de inserción en el mundo. Superando de esta manera el substancialismo tomista, afirma Manzana que la persona no es algo ya adquirido sino una tarea por hacer. Por eso, la pregunta “¿qué es la persona?” debe ser sustituida por la de “¿quién es la persona?”.

b) Esto nos descubre que la persona no es mera inmanencia cerrada ni un individuo aislado al modo existencialista. La persona es apertura. Por ello, ante todo, la persona está abierta a otras personas: la persona es tal en la presencia de otros, en comunicación con otros.

c) La persona so sólo está abierta a la otra persona sino que está llamada a la comunidad con ella. La presencia del otro ante mí es exigencia de comunión.

d) Ante el otro tengo que aceptar su libertad. Y esto es un deber porque el otro se me hace presente como un bien. Y mi respuesta ante el bien que se hace presente es el deber. Es bueno, y constituye mi deber, toda actitud y comportamiento que afirmen al otro. Aquí radica, para Manzana, toda moralidad: la afirmación del otro. Pero, ¿qué es lo que puede justificar la afirmación incondicionada del otro como deber?: el Absoluto. Por ello, la afirmación del otro es la afirmación de lo Absoluto en el otro.

e) Para Manzana la consistencia de la persona se encuentra en su afirmación por Dios. Por ello es en la persona donde podemos vivir y actualizar el Absoluto. A mayor toma de conciencia del propio yo, mayor toma de conciencia de Dios en cuanto fundante de mi persona. Por ello el objeto de la religión no es Dios en sí sino la afirmación del Absoluto presente en la vida humana. De este modo, afirmar a Dios es afirmar a la persona y afirmar la persona es afirmar a Dios. Desde esta perspectiva Manzana aborda el problema filosófico de Dios mediante una teología antropológica: la existencia humana personal y comunitaria es el lugar que Dios se manifiesta. Pero, a su vez, es la suya una antropología cristocéntrica: Cristo constituye la verdad del hombre.